Entre los días 21 a 27 de agosto de este año 2019, se desarrolló un tiempo de siembra de miles de evangelios de Juan y otros miles de materiales evangelísticos en francés, en varias localidades de la montañosa región de Los Vosgos en el nordeste de Francia. El proyecto consistió en entregar una semilla de vida y esperanza a cada buzón en los domicilios.
Se trata de una región montañosa y de verdes paisajes, donde muy pocas iglesias cristianas evangélicas hay presentes, lo cual refleja el arraigo del catolicismo y especialmente el más y más grande agnosticismo e independencia respecto de Dios. Las nuevas generaciones crecen sin saber quien es Jesucristo y qué hizo por cada uno ellos. En medio de una vida bien acomodada rodeada de bella naturaleza, la necesidad del Salvador para alcanzar una eternidad en el Cielo es por muchos despreciada y casi considerada como una leyenda o burda mentira.
Francia, nación donde el proselitismo religioso es más y más prohibido y perseguido, desde siglos atrás y bajo los principios de la revolución francesa ha tomado un rumbo desviado del plan de Dios para con la Nación, la cual ha abandonado la fe en Cristo y está en sus leyes siendo más y más cerrada al Evangelio. Sin embargo, amamos a sus gentes y daríamos nuestras vidas por ellos en entrega y esfuerzo por compartirles de quien nos salvó y también quiere salvarles.
Así y conociendo la legislación del país, no pudimos predicar en los pueblos a viva voz sobre la urgencia de arrepentimiento de pecado en cuanto a la rebeldía e independencia respecto de Dios, mas si que pudimos dejar de forma completamente gratuita y sin buscar lucro alguno, un regalo en cada buzón, que leído atentamente y aplicado con la ayuda de Dios, puede convertirse y se convertirá para muchos en una herramienta de salvación de sus vidas, pasando de un veredicto de condenación eterna en el infierno a una eternidad en el Cielo entre los brazos de un Dios de amor y gracia que quiere salvarnos.
La labor no fue fácil, pues por las grandes extensiones de terreno que forman parte de muchas viviendas, eran grandes distancias las que había que caminar o circular en coche para llegar a cada vivienda en los distintos pueblos donde se sembró. Decir que calculamos una superficie alcanzada de alrededor de 60 o 70 kilómetros.
Tampoco la preparación de los materiales y de la actividad fue sencilla, pues se dispusieron alrededor de 2000 evangelios de juan, además de varios miles más de libretos evangelísticos de excelente calidad de edición e impresión. Asimismo, se desplazó todo este material de elevado peso pues rondaría los 200 kg, por más de 1500 kilómetros en coche hasta llegar a la zona de siembra en el nordeste de Francia.
Las iglesias evangélicas de la zona fueron avisadas y esperamos que Dios avive más y más a estos hermosos hermanos que en territorio hostil han decidido ser luz y sal por medio de Cristo y Su Espíritu a través de ellos.
En los últimos días de siembra, la intensidad fue muy grande pues por la cantidad de materiales que todavía quedaban por entregar, se hizo muy intenso el tramo final de campaña.
Dios ha estado con nosotros. Nos ha guardado de todo mal. Se ha hecho una siembra sin precedentes conocidos en la región. Se pudo incluso sembrar en algunas otras localidades de otras regiones de Francia por las que pasamos. Ha sido un tiempo muy hermoso donde sabemos que el Espíritu Santo ha obrado poderosamente.
En MECES estamos y estaremos comprometidos, con la ayuda del Señor, en ir a donde Dios nos lleve para ser un canal que permita que el fuego purificador y regenerador del Espíritu Santo se esparza sobre ciudades, regiones y naciones.
Agradecer profundamente a los donantes de los materiales, valorados en miles y miles de euros, por medio de los cuales pudimos realizar esta siembra. Que Dios haga sobreabundar sus graneros en provisiones espirituales y materiales conforme a Su voluntad.
Asimismo, a cada hermano y hermana en Cristo que participó con toda dedicación en las actividades.
Ministerio Evangelístico Cristo el Salvador (MECES).
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Desde MECES queremos darte las gracias por todo su apoyo y sus oraciones. ¡Que Dios te bendiga hoy y siempre por ser un amigo y parte vital de la familia de MECES!
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