¿Qué estás buscando? ¿No ves lo que estás viviendo? ¿donde están las personas en quien has confiado y te han fallado? ¿Qué son esas heridas que hay en tu corazón? ¿Cómo es que buscaste un amigo sin encontrarlo?
Quiero ayudarte. ¿Sabías que desde antes de que nacieras ya te amaba? (Jeremías 31:3)
Dejé que mis manos y pies fueran clavados en una Cruz por amor a ti (Isaías 53:3-5). No fue fácil, aparté todo temor a la muerte y entregué mi vida por los pecados que nunca cometí y que tú y la humanidad cometisteis (1 Pedro 3:18). Pagué un precio alto por tu vida, renunciando a la mía.
Háblame, se lo que has hecho y lo que has vivido, y debes saber que te perdono porque te amo y quiero ser tu amigo (Juan 15:13). Abre tu corazón, yo te escucho y sano todas tus heridas. Aún si todos te abandonaren, Yo estaré contigo. La fidelidad y lealtad de un verdadero amigo me caracterizan, siempre he estado ahí cuidándote y deseando que me hablaras y te volvieras a mí de todo corazón (1 Corintios 1:9). Es incondicional mi amistad contigo.
¿Puedes ver en mis manos las heridas que sufrí por amor a ti?
¡Ven, corre a mis brazos! ¡Cuánto anhelaba este momento! ¡No te vayas, quédate conmigo y déjame que te acompañe y te dirija al cumplimiento de los propósitos que tengo contigo!
Tu amigo, Jesucristo.
De la serie Amistad con Dios, por Joël D. Álvarez.
Ministerio Evangelístico Cristo el Salvador (MECES).
E-mail: info@meces.org
Tel.: +34 693 619 324
Desde MECES queremos darte las gracias por todo su apoyo y sus oraciones. ¡Que Dios te bendiga hoy y siempre por ser un amigo y parte vital de la familia de MECES!
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