Muchos viajes en el pasado organicé por decisión propia. Pero en septiembre de 2018 fui a Israel indicado por Dios, coincidiendo con el 70 aniversario de la nación. ¿Cómo puedo expresarlo? Todavía recuerdo el comienzo del año 2018, orando a menudo por Israel, como el Salmo 122: 6 dice: » Pedid por la paz de Jerusalén; sean prosperados los que te aman«.
Como cristianos, queremos estar cerca del corazón de Dios y naturalmente, esto se corresponde con tener un sentimiento o carga especial respecto de Israel. Recuerdo que tenía el pensamiento de ir a Israel, quizás en un plazo de varios años. Así que me conecté y miré el mapa de Israel para estudiar su posición geográfica y su distancia de España. En el mapa, vi que de España a Israel, podía pasar por Bulgaria. Resulta que tengo una amiga que es búlgara, pensé entonces: «Podría pasar por Bulgaria en dirección a Israel y visitar algunas amistades», pensando que esto se daría dentro de muchos años. Inesperadamente, unos días después, esta amiga búlgara me preguntó si me gustaría organizar una exposición de arte con ella y otras personas en Bulgaria. Me sorprendió, y luego me reuní con ella para confirmar este asunto. Después de unos meses, se confirmó que el viaje sería en septiembre de ese año . El coste del billete de avión de Bulgaria a Israel es de solo 100 euros.
Antes de ir a Israel, sabía que era la voluntad de Dios este viaje. En cuanto a lo que Dios quería hacer, no lo sé. Tras muchas oraciones y pensando en Israel, el Espíritu Santo me conmovió y derramé muchas lágrimas. Así, no hice muchos preparativos antes del viaje, simplemente reservé el alojamiento.
Dios me pidió que fuera a Eilat por cuatro días. Eilat es una ciudad turística cerca del Mar Rojo. No entendía por qué Dios quería que estuviera allí por 4 días, pero cuando vi por internet el albergue juvenil donde me debía de alojar, dirigido por un pastor con el que puso en contacto un hermano alemán, el Espíritu Santo me tocó nuevamente. Sin duda Dios tenía grandes planes para este viaje.
REUNIÓN EN NAZARET CON UN SIERVO DE DIOS FRANCÉS:
Después de haber estado en muchos países a lo largo de mi vida, tengo que decir que el viaje a Israel fue especial, pues la forma en que sentí la presencia de Dios acompañándome fue algo extraordinario. Sin duda, ¡un viaje inolvidable para toda la vida!
El primer día de viaje llegué a Nazaret, la ciudad natal de Jesús. Llegué al lugar de alojamiento y tomándome un refresco, escuché un anciano francés cerca de mí charlando algunas parejas japonesas y coreanas. Más tarde le pregunté al francés si era cristiano. Desde entonces, estuvo hablando conmigo durante 6 horas. En efecto, es cristiano y evangelista por más de 30 años. En la conversación, me contó muchas experiencias de evangelismo y me guió a muchas reseñas y lugares de visita en Israel. También me habló del pasaje bíblico de Isaías 53:10: «Con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole a padecimiento. Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado, verá linaje, vivirá por largos días, y la voluntad de Jehová será en su mano prosperada«.
Este pasaje refiere a Jesús como redentor de la humanidad. Sin embargo, los judíos a menudo malinterpretan este pasaje al decir que a través de mejorar la fortaleza militar se puede combatir contra la intimidación de los países vecinos.
EL JOVEN JUDÍO JUNTO AL RÍO JORDÁN:
Después de dejar Nazaret, fui a Tiberíades por Galilea . Por consejo del evangelista francés, fui al río Jordán, donde caminé cerca de una terraza donde muchas personas van a bautizarse. Caminé por allí y vi algunos turistas. Más tarde, antes de irme, vi algunos olivos y decidí caminar por allí un poco; fui al otro lado del río Jordán y me senté al borde del rio. Mirando la preciosa agua y verdes árboles, me encontré con la eternidad en el aire, y comencé a adorar y orar en ese lugar. En la hermosura de la presencia de Dios, oré a Dios con la esperanza de poder compartir el evangelio en Israel. Estuve orando por unos 20 minutos y supe que Dios estaba conmigo. De repente apareció un joven israelí y me preguntó qué estaba haciendo. Le respondí que soy cristiana y que estaba orando.
¡El tiempo en Israel es tan caluroso en septiembre! El joven israelí saltó al agua y conversó conmigo mientras se bañada, diciéndome que estaba en día de descanso, que es judío devoto y que oraba a Dios todos los días. Le respondí que nuestro Dios es el mismo, la única diferencia es que creo que Cristo Jesús es el Mesías. Además, compartí con él mi relación con Dios y cómo Cristo Jesús hizo expiación por nosotros a través de Su sacrificio en la cruz, y nos dio el Espíritu Santo como nuestro consejero para la vida. También le pregunté: ¿qué significa Isaías 53:10 para ti? Su respuesta fue exactamente la misma que la interpretación judía general que el predicador francés me había comentado en Nazaret. Entonces le dije claramente que, de hecho, este pasaje se refiere a Cristo Jesús, y solo Cristo Jesús es esperanza y el Mesías de Israel. La charla fue toda en un muy buen ambiente. No intenté persuadirlo, y él no lo aceptó de inmediato, pero creo que a través de este diálogo, el Espíritu Santo estará trabajando en su corazón, permitiéndole abrir su corazón a Jesús algún día.
DOS O TRES COSAS EN JERUSALÉN:
Después de dejar la ciudad de Tiberíades, fui a Jerusalén. El albergue juvenil en el que me alojé era de los más económicos y el ambiente no era muy bueno, aunque la ubicación era bastante buena, muy cerca de la Puerta de Damasco. En dicho albergue, conocí peregrinos de todo el mundo, como son cristianos evangélicos, católicos, ortodoxos y politeístas. Conocí a un trabajador del albergue de origen judío con nacionalidades irlandesa y serbia, llamado Milos, el cual es cristiano. Compartió su testimonio conmigo. Dijo que solía beber y tomar drogas, y que no tenía esperanza en la vida. Más tarde, cuando escuchó sobre Jesucristo en la radio, comenzó a abrir su corazón a Él y a leer la Biblia. Desde entonces, su vida fue transformada y se estableció una relación maravillosa con Dios. Tras ello, esperaba regresar a Israel, la ciudad natal de sus antepasados, para hacer algo por Dios.
Así, en dicho albergue pude compartir la fe en Cristo con varias personas, una de las cuales era Víctor, un español politeísta. Compartí con él que Cristo Jesús es el Único Dios verdadero. Aunque no lo aceptó en ese momento, después de mi regreso a España, lo invité a una reunión cristiana en Madrid, donde fue liberado por Dios y aceptó a Cristo Jesús como Su Salvador. ¡Aleluya, alabado sea el Señor!
En Jerusalén, muchos peregrinos van al Muro de las Lamentaciones para orar. Recuerdo que fui con varias personas pero había demasiada gente. Yo necesitaba orar en un lugar tranquilo y a solas con Dios. Más tarde, cuando visité sola la tumba de Jesús, muchos turistas se fueron en ese momento y solo yo estaba frente a la tumba vacía. Oré de rodillas y el Espíritu de Dios me tocó de inmediato. Lloré constantemente y entonces la palabra de Dios vino a mí diciéndome: «No te preocupes, cada vez que dobles las rodillas para orar, responderé tus oraciones y te daré lo que necesitas». Lloré en la tumba durante mucho tiempo y un profundo sentir de amor de parte de Dios hacia mí y mi amor por Él llenó todo mi ser.
ENCUENTRO CELESTIAL EN EILAT:
Abandoné Jerusalén y me dirigí al sur de la ciudad de Eilat, con una duda pendiente de saber por qué el Señor me mandó allí . Ya estaba anocheciendo cuando llegué a la ciudad, arrastrando mi equipaje para encontrar el albergue juvenil que reservé. Como la planificación de las calles de la ciudad no era muy ordenada, busqué durante un buen tiempo pidiendo orientación de como llegar al albergue. Cuando por fin llegué, había mucha gente en el jardín. Cantaban y adoraban a Dios. La encargada del hotel me dijo; «ahora estamos en la reunión cristiana. Solo podemos registrarte dentro de aproximadamente una hora «. Yo no estaba muy feliz en mi corazón con esto, porque llegué allí muy cansada sin poder registrarme de inmediato . Pensé para mí misma que no asistiría a la reunión y que me sentaría en la parte de atrás del albergue y descansaría. Inesperadamente, me senté y escuché al cantante principal decir; «ahora vamos a cantar canciones españolas para alabar a Dios». Tan pronto como escuché esto, mi corazón tembló porque yo sabía español, por lo que fui a la reunión. Me senté en una posición intermedia del lugar. Así, la letra y la melodía de la canción que escuchaba junto al toque del Espíritu Santo, hizo que mis lágrimas comenzaran a derramarse como un grifo por mi rostro. Sentí que Dios entiende mi arduo trabajo y que Dios continuamente me da Su amor a través de Su Espíritu.
Después de terminar la reunión, pude finalmente descansar en mi habitación. Como estaba en un dormitorio con varias mujeres, la puerta estaba abierta porque no era demasiado tarde. Luego vino una mujer de mediana edad, se paró en la puerta y miró adentro de la habitación. Le dije hola. Era una israelí ciudadana de Jerusalén, llamada Honey y antigua trabajadora del albergue hace muchos años. Ella conoció a Jesucristo en el propio albergue. Le hablé de mí y comenté que al principio no entendía por qué Dios quería que fuera a Israel ni tampoco a Eilat, pero que el Espíritu Santo me tocó tanto hoy en la reunión que no pude evitar llorar. Honey comentó que su amiga acababa de decirle que había un poder del Espíritu Santo que entraba en la gente de habla hispana durante la reunión, tal vez su amiga estaba hablando de mí. Más tarde, ella me profetizó y dijo: «Dios derramará su Espíritu sobre ti». De hecho, esta no es la primera vez que Dios me dice esto.
Al día siguiente, fui a la reunión del shabbat. Coincidía con la fiesta del Sucot, que a su vez fue coincidente con la celebración del Año Nuevo Hebreo. Me gustó mucho la reunión del shabbat. Estuve adorando con canciones en idioma hebreo, ruso, inglés y español . Al mismo tiempo, el pastor explicó detalladamente el contenido de la festividad del Sucot.
Por otro lado, pude visitar el Mar Rojo en Eilat en esos días. En el albergue juvenil de Eliat pude evangelizar a muchas personas, incluidas muchas compañeras de habitación. Muchos no eran creyentes e iban allí para aprender a bucear.
También conocí a un hermano en Cristo luxemburgués llamado Dennis, quien no dejaba de expresar su fe y gratitud al Señor en todo momento, lo cual despertó en mí un profundo agradecimiento hacia Dios. Al mismo tiempo, este hermano manifestó una gran carga por interceder en oración por Israel, a través de lo cual también el Señor me mostró que debía interceder mucho más por Israel.
UNA HISTORIA DE SALVACIÓN JUDÍO MESIÁNICA:
Durante mi estadía en Eliat , conocí a un israelí mesiánico, creyente de Jesucristo como el Mesías. Originalmente era un judío devoto que estaba estudiando en una escuela de rabinos, preparándose para ser rabino. Durante sus estudios estaba particularmente disgustado con Jesús porque era intocable para los judíos. Sin embargo, un día encontró algunos evangelios y folletos cristianos en un parque cerca de su ciudad natal, se enfadó mucho y tiró todo el material cristiano. Pero más adelante vio que el mismo material cristiano apareció en el mismo lugar, por lo que continuó destruyéndolo.
Después de arruinarlo varias veces, finalmente no pudo soportarlo y llamó al teléfono indicado en los materiales para confrontarlos. Sin embargo, una amable señora le atendió al teléfono, la cual le explicó cuidadosamente por qué Jesucristo era el Mesías. El chico quería discutir, pero no podía debido a la amable actitud de esta dama. Más tarde, llamó varias veces para tratar de nuevo de discutir con esta dama, pero la actitud del chico era cada vez más actitud amistosa.
Este chico tuvo otras experiencias maravillosas. Por ejemplo, alguien envió un video de Jesús a su casa. Muchas personas le dijeron que no lo viera, pero inicialmente por curiosidad lo vio. Más tarde, abrió la Biblia en varias ocasiones y vio el mismo versículo una y otra vez, lo que le hizo preguntarse: «¿Quién es este Jesús?» Más tarde le preguntó a su rabino, pero no le dio una respuesta satisfactoria. ¡Incluso le dijo el rabino que dejara de preocuparse por conocer sobre Jesús!
Sin embargo y más tarde tuvo un sueño, en el que veía en la escritura metida en el marco de su puerta (se llama mezuzá) la frase «alguien murió por ti», y siguió clamando en su sueño: «¿Quién ha muerto por mí?»Tras despertarse y reflexionar sobre el sueño, entendió que esa persona era Jesucristo. Maravillosamente, comenzó a tener infinito amor por Jesús en su corazón. Más tarde, el judío mesiánico abandonó sus estudios como rabino y fue estigmatizado por su familia. Sin embargo, no se arrepintió de haber tomado la decisión de recibir a Jesucristo como su único y suficiente Salvador, pues ahora muy felizmente puede compartir su precioso testimonio de conversión.
EL SUEÑO DE TEL AVIV:
En el viaje de regreso a España, me trasladé a Tel Aviv y me quedé allí durante la noche. En realidad antes de decidir ir a Israel, tuve un sueño en el que estaba caminando en un puerto. Debajo, vi edificios de gran altura, la costa y toda la ciudad estaba llena de densa niebla. En mi sueño le pregunté a la persona que estaba a mi lado, ¿dónde es esto? El hombre respondió: «Tel Aviv». En efecto y cuando llegué a Tel Aviv, no vi la densa niebla, pero en cambio vi una gran diferencia entre los ricos y los pobres en esta ciudad. Así, entre la zona urbana en ruinas y muy peligrosa y el distrito financiero de la ciudad hay un fuerte contraste. La densa niebla en el sueño representa un obstáculo espiritual. Los judíos estaban convencidos de que a través de su desarrollo económico, científico y militar podían defenderse, lo cual representa la niebla del sueño, pero Dios nos permite ver que la clave está en el arrepentimiento de pecado y consecuente limpieza de los mismo por la sangre de Jesucristo.
«Sobre tus muros, oh Jerusalén, he puesto guardas; todo el día y toda la noche no callarán jamás. Los que os acordáis de Jehová, no reposéis» (Isaías 62:6). Por la gracia de Dios, fui a Israel 70 años después de su fundación. Somos guardas o vigilantes mandados por el Señor para interceder por el pueblo de Israel. Viendo como Dios ama a Israel, teniendo tanta misericordia ante un pueblo que tantas veces se ha apartado de Su Dios, podemos ver también cuánto el Señor nos ama y Su gran misericordia para con nosotros. Os animo para seguir orando al Señor por el regreso de Israel a Dios.
Publicación original en chino tradicional, traducido al castellano.
Evangelista Chao Yang Lee.
Responsable MECES TAIWAN.
E-mail: info@meces.org
Tel.: +34 693 619 324
Desde MECES queremos darte las gracias por todo su apoyo y sus oraciones. ¡Que Dios te bendiga hoy y siempre por ser un amigo y parte vital de la familia de MECES!
© 2018. Meces.org
Deja una respuesta