DI NO A LA GUERRA Y SÍ A LA PAZ CON DIOS POR MEDIO DE JESUCRISTO

Los medios de comunicación nos informan ampliamente sobre el actual conflicto bélico en Europa del Este. Se observa una posición cuasi unánime de apoyo al territorio que está siendo invadido, queriendo por nuestra parte mostrar solidaridad y sincera preocupación por el pueblo ucraniano que está sufriendo los embistes de una guerra. Queremos orar al Único que puede respondernos, al Dios Trino como Padre, Hijo y Espíritu, por esta situación de inestabilidad y gran dolor para muchos. Oramos también por el pueblo ruso. Oramos por tantos hijos que ya no van a volver a ver a sus papás ni esposas a sus maridos, en los dos bandos, así como las familias de tantos civiles que están falleciendo en Ucrania. Oramos por la paz. Oramos también por todas las naciones de la tierra, esperando que esta señal del tiempo del fin y que anuncia la pronta venida del Señor Jesucristo, lleve a que muchos reconsideren su caminar en este tiempo de aflicción y quebranto, rindiendo sus vidas ante el Creador en obediencia y fe hacia el Señor y Salvador Jesucristo, abandonando el vil, vergonzoso e inmundo libertinaje del pecado deliberado.

Sabemos que este conflicto bélico es consecuencia de los propios actos de la humanidad, al decidir desde mucho tiempo atrás tomar a Satanás de la mano y caminar en deleites temporales, alimentando nuestra carnalidad y desvío respecto de Dios, con frutos como el egoísmo o el orgullo. Sabemos que en medio de esta realidad, el ser humano se convierte en un títere bajo la influencia del diablo y sus demonios, por lo que no deberían de sorprendernos los nefastos resultados que esto produce.

Pero entendemos por medio de las Sagradas Escrituras que en medio de todo esto, el amor de Dios se manifiesta una vez más hacia la humanidad, al extender Su gracia y estar abierto todavía el único puente o medio para la reconciliación del hombre con Dios, y cuyo mediador es Jesucristo. Más allá de los temporales gobiernos y naciones de la tierra, Dios nos quiere hacer partícipes de un Reino eterno de abundante vida y paz, donde toda lágrima será enjugada y ya no habrá tristeza, muerte ni dolor. El recibir a Cristo en nuestras vidas, dando un giro radical al alinear nuestra voluntad con la de Dios, nos hace de inmediato parte como Hijos de Dios en un Reino indestructible y gobernado por el Todopoderoso Dios.

Parecieran todo malas noticias en el tiempo actual. Sin embargo, la noticia de un Dios que nos ama y quiere salvar de la perdición eterna, que nos limpia de todo pecado y justifica ante Dios por medio del sacrificio de Cristo en la Cruz, hace de este momento un tiempo donde hay esperanza y salvación eterna disponible para aquel que se acerque confiadamente a Dios.

Tú sabes cómo está tu vida delante de Dios. Encuentra la paz y la verdadera vida en Él por medio de Jesucristo Dios. Pídele perdón por todo lo malo que has hecho, ahora y en tus propias palabras, agradeciendo la muerte de Cruz con que tu Salvador Jesucristo pagó el precio para tu salvación, siendo él inocente y no habiendo nunca pecado.

Concluyendo, quisiera también recalcar la necesidad de orar por la comunidad cristiana en los países involucrados en el conflicto, para que su fe no mengüe y estén firmes en la roca que es Cristo, al igual que por la Iglesia del Señor en el resto del mundo, para que vivamos a diario en alerta y preparados ante la cercana venida de Cristo a por Su Iglesia.

Sea glorificado el Único y Verdadero Dios, al cual de rodillas y algún día todas las naciones de la tierra confesarán como tal.

En Cristo.

Joël D. Álvarez.

*Pasajes bíblicos de referencia: Mateo 24:6-7, Romanos 10:9, Mateo 11:28, Salmos 86:5, Salmos 121:7-8, Salmos 31:23-24, Romanos 8:35-39, Romanos 12:18, 2 Crónicas 6:26-30, Romanos 5:1, Isaías 53:4-5, Jeremías 29:11-13, Levítico 26:6, Salmos 79:4-9, Juan 14:27, Salmos 91:15-16, Efesios 2:8, 2 Pedro 3:9, 1 Juan 4:9-10, Salmos 73:28,1 Juan 1:9, Mateo 24:44, Apocalipsis 1:7, Tito 2:13, 2 Timoteo 3:1-5, Salmos 96:5.