“[…] el mismo día en que los enemigos de los judíos esperaban enseñorearse de ellos, SUCEDIÓ LO CONTRARIO: porque los judíos se enseñorearon de los que los aborrecían.” (Ester 9:1)
El libro de Ester nos relata como Dios utiliza a una mujer hebrea, Ester, para librar a su pueblo de un peligro de muerte. Ester, una doncella “ordinaria”, con el favor divino se convierte en una reina, por su casamiento con el rey Asuero, gobernante de un pueblo pagano. Amán, alto cargo en este reino, convence al rey para que se promulgue un decreto que permita que todo el pueblo judío sea exterminado (véase Ester 3:8,9).
Ester, con el apoyo discreto de su tío Mardoqueo, es el instrumento de Dios para que este plan maléfico caiga por tierra. Amán pasa de la gloria a la decadencia, viendo como el rey eleva a Mardoqueo a un alto rango en su corte, CONTRARIAMENTE A SUS EXPECTATIVAS, pues Amán estaba segurísimo de que tal honor le correspondía a él mismo (véase Ester 6:6).
Por medio de Ester, el rey comprende que Amán es el autor del plan de destrucción del pueblo judío, y el resultado es el siguiente: “Así colgaron a Amán EN LA HORCA QUE EL HABÍA HECHO PREPARAR PARA MARDOQUEO…” (Ester 7:10).
Es decir, que SUCEDIÓ LO CONTRARIO de lo que Amán había planeado. Su caída fue anunciada por su propia mujer, Zeres: “Si de la descendencia de los judíos es ese Mardoqueo delante de quien HAS COMENZADO A CAER, NO LO VENCERÁS, sino que CAERÁS por cierto DELANTE DE ÉL.” (Ester 6.13).
Estimado/a lector/a, puede que te estés encontrando en una situación donde nada puedes hacer tú mismo/a. Precisas de un milagro. Dios es Todopoderoso, omnisciente y omnipresente. Todo lo puede, y te puede sorprender. EL ES CAPAZ DE DAR LA VUELTA COMPLETAMENTE A TU SITUACIÓN COMPLICADA, Y CUANDO MENOS TE LO ESPERAS. He visto a Dios obrar así en mi vida más de una vez: SUCEDÍA LO CONTRARIO de lo que el diablo planeaba contra mí, o de lo que creía yo que iba a acontecer.
Cuando Cristo murió en la Cruz del Calvario, llevando sobre sí mismo los pecados de la humanidad, el diablo se habrá regocijado mucho, pensando que esto significaba la derrota del Señor y de la humanidad, que ya se acababa el poder de Cristo, Sus milagros… ¡PERO FUE LO CONTRARIO!
”Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, OS DIO VIDA juntamente con él, perdonándoos todos los pecados, ANULANDO el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era CONTRARIA, quitándola de en medio y clavándola en la cruz, y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, TRIUNFANDO sobre ellos en la cruz«. Colosenses 2:13-15.
¡Quien venció fue Cristo! Su muerte paradójicamente era señal de triunfo, no de derrota. Una victoria para la eternidad. Cristo venció el pecado y el poder del mismo, triunfó sobre el diablo, venció la muerte, vive para siempre, y hoy sigue dando nueva vida a quien ponga su fe en El.
¡Estimado/a lector/a, entrega tu vida al VICTORIOSO Dios, al único Dios verdadero; Dios trino, el Padre Dios, Jesucristo, el Espíritu Santo…pero un solo Dios. Recibe Su amor, reconciliándote con El por medio de un sincero arrepentimiento, y verás cómo El peleará tus batallas por ti, a medida que tú pongas tu fe en Él.
“[…] el que contra ti conspirare, delante de ti caerá.” (Isaías 54:15).
Dña. Eliane Remy.
Co-fundadora y Responsable MECES ESPAÑA.
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